La carta de hoy se llama la Retribucíón, una palabra muy importante que cobra un sentido trascendental, cuando se asume su real significado.
La limitaciones a las que estamos sometidos los seres humanos en cada una de las reencarnaciones, son las luchas que debemos de superar, la evolución va de la mano con ello.
Este arcano lleva el número 10, el dígito del cambio de ciclo, el primer número compuesto. El uno creador acompañado por el cero, que potencia cada característica de esta cifra.
Denominado "El espejo" por ser el reflejo de cada acto realizado.
Astrológicamente representa a Plutón en Escorpio, el planeta de la destrucción, cuya inmediata consecuencia debe de ser necesariamente la regeneración.
La rueda incesante de la vida, el Samsara, el ir y venir. El estar en una determinada situación y luego estar en su opuesto.
Corresponde la letra hebrea Yod, el punto infinito, cuyo nombre es relacionado para la mano, el hacer.
Sefirot asociada Malkut, el mundo material
A nivel físico indica la superficialidad y vulnerabilidad de los procesos. Los cambios que se experimentan en un mundo cuya forma es circular. Aprender de esta ley en el plano más concreto.
A nivel mental indica la reestructuración de los esquemas mentales, aprender a observar los ciclos naturales y con ello a girar la rueda con mayor rapidez en los ciclos bajos y con lentitud en los altos.
A nivel espiritual lo que transmite esta carta es simplemente que lo que uno hace, se devuelve, conocido como la ley del Boomerang.
El no poder escapar de las consecuencias de cada accionar. Aunque se trate de culpar a otros de ello, inclusive delegando la responsabilidad de esto, a Dios.
Saber que el bien o daño que se provoca al otro, es hacia uno mismo, devuelto en forma multiplicada. Y que no se puede escapar, ni siquiera con la muerte física a esta ley.
Este arcano lleva el número 10, el dígito del cambio de ciclo, el primer número compuesto. El uno creador acompañado por el cero, que potencia cada característica de esta cifra.
Denominado "El espejo" por ser el reflejo de cada acto realizado.
Astrológicamente representa a Plutón en Escorpio, el planeta de la destrucción, cuya inmediata consecuencia debe de ser necesariamente la regeneración.
La rueda incesante de la vida, el Samsara, el ir y venir. El estar en una determinada situación y luego estar en su opuesto.
Corresponde la letra hebrea Yod, el punto infinito, cuyo nombre es relacionado para la mano, el hacer.
Sefirot asociada Malkut, el mundo material
A nivel físico indica la superficialidad y vulnerabilidad de los procesos. Los cambios que se experimentan en un mundo cuya forma es circular. Aprender de esta ley en el plano más concreto.
A nivel mental indica la reestructuración de los esquemas mentales, aprender a observar los ciclos naturales y con ello a girar la rueda con mayor rapidez en los ciclos bajos y con lentitud en los altos.
A nivel espiritual lo que transmite esta carta es simplemente que lo que uno hace, se devuelve, conocido como la ley del Boomerang.
El no poder escapar de las consecuencias de cada accionar. Aunque se trate de culpar a otros de ello, inclusive delegando la responsabilidad de esto, a Dios.
Saber que el bien o daño que se provoca al otro, es hacia uno mismo, devuelto en forma multiplicada. Y que no se puede escapar, ni siquiera con la muerte física a esta ley.
Si cada ser humano conociera de este significado, el mundo sería claramente distinto y entenderíamos perfectamente, estas sabias palabras que dicen:
Padre, perdónalos, porque no saben lo que hacen ( Lucas 23.34)
