24 noviembre 2010

La pluma mágica


Siendo pequeña recuerdo haber disfrutado de todas y cada una de las películas infantiles, me declaro admiradora de Disney, pueden decir que sus versiones han diferido de los cuentos originales, es cierto, así es, el "las endulzó" e hizo que las generaciones crecieramos viendo con una mirada de inocencia y pureza; el me hizo soñar con cada uno de sus films, los que yo, repito, disfrutaba "a concho". Además coleccionaba revistas y las leía una y otras vez, son la antesala de las lecturas hoy llamadas "obligatorias", afortunadamente nunca para mi fue obligatorio leer, pues lo hacía con gusto. Mi buena ortografía también es consecuencia de ello, si no hubiese tenido esta enorme colección de revistas de Disney y mis cuentos, simples en hojas de papel casi amarillas, sin dibujos que se abren, sin que que tocan instrumentos, etc, tal vez otra sería la historia.

Aún hoy leo historietas, con el matiz que me da ser una persona adulta, es cierto, pero aún con el dejo de la niña que vive en mi, la que ríe y se emociona con las maravillas que da la vida y que son esencialmente las que tiene el carácter de sencillo y cotidiano. En ello me he dado cuenta de la importancia que dan estos cuentos , cuyo apellido "infantil", es casi peyorativo.

El maestro Jesús predicaba su gran sabiduría a quienes le escuchaban ¿ cómo lo hacía? con parábolas por cierto, ¿hubiese sido posible que quienes lo escuchaban , hubiesen entendido su lenguaje de otra forma?, seguramente que no, aún después de 2.000 años hay quienes tienen los oídos sordos, ni imaginarme como fue en esos tiempos. Eran aún niños evolucionadamente hablando, en que la toma de conciencia estaba aún en etapa incipiente.

Pues en los cuentos infantiles hay arquetipos y una enseñanza final.


La Historia de Dumbo, el elefante volador.



Esta historia me llamaba mucho la atención era uno de mis cuentos favoritos, relativamente moderno . Fue creado en 1939, por Helen Aberson y Harold Pearl, ambos estadounidenses y llevado a la pantalla cinematográfica en 1941 por los estudios Disney. La historia comienza en primavera, época en que llega a este mundo un hermoso elefante. Su madre, una de las atracciones del circo, lo recibe con mucho amor y en un principio es digno de alabanzas por parte de las demás elefantas. Pero estas llegan a su fin cuando el pequeño elefantito da muestras de ser diferente al resto y poseer unas enormes orejas, las que serán además mofa y dan origen a su nombre Dumb ( tonto en inglés).
Nuestro protagonista ( el héroe)es un ser diferente al resto de su raza, por serlo es estigmatizado y vilipendiado por sus pares, y después por el resto del circo (la sociedad). Su madre, es el único ser que traspasa esta barrera y lo acoje con amor, incluso es apresada cuando lo defiende de estas crueldades. Arquetipo: la madre.

Así solo , triste y desamparado, llega a su existencia un nuevo amigo, (en la historia original el personaje es un petirrojo), en la versión de Disney, lo encarna un ratón, un animal que curiosamente es catalogado como "enemigo natural" del elefante. Es el quien se encarga de cuidarlo, alentarlo y enseñarle .
El ratón representaría la ayuda (que en otros cuentos es un mago, hada, etc, el arquetipo:animus)
.
Además es un "enemigo natural", enseñando con esto, que las ayudas nada tienen que ver con partidarismos.

Más tarde se embriaga , viendo visiones tenebrosas ( "Las ánimas del terror" en versión infantil, elefantes rosados y de color que espantan y dan terror).
El licor que embriaga son las evasiones o aquello que lleva a internarnos en las sombras. Arquetipo: la sombra .
Cuando despierta su amigo y el están arriba de un árbol, ahí el ratoncillo Timoteo se pregunta cómo llegó a la cima de un árbol.
(El cuestionamiento, las dudas, los planteamientos)

En el camino encuentran a unos cuervos quienes aseguran que "nunca verán a un elefante volar"
(Los cuervos representan los desafíos)
Es el ratón ( viejo sabio)quien enseña a Dumbo, que lo que parece un gran defecto es nuestra mejor arma. Así ocupa la sicología asegurándole al elefantito que para volar necesita de una pluma mágica ( fetiche), con ello adquiere confianza y vuela, volviendo al circo en gloria y majestad , como una gran estrella (reconocimiento social); pero se le cayó la pluma en pleno vuelo y su mejor amigo le confiesa que no es mágica, pues es una simple pluma, que no la necesita porque el siempre supo volar, que sólo necesitaba confiar. Así Dumbo, sin su amuleto mágico comenzó a volar y con ello, demostrar que la magia existe dentro de cada uno de nosotros, no fuera , que lo que parece ser un obstáculo se transforma en nuestro principal valor.

"Todos necesitamos de una pluma mágica en nuestros comienzos para aprender a volar, cuando se adquiere y reconoce el valor y la fe , ya no es necesaria".

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